Aceite de Oliva: Oro líquido para tu piel
Las primeras civilizaciones consideraron al olivo un árbol sagrado y lo cultivaron y respetaron a la vez que obtuvieron de él alimento y bálsamo de la esencia de su fruto. El aceite de oliva servía para el aseo personal mucho antes de la existencia del jabón y del uso del agua para la higiene.
Este oro líquido, como lo llamaban los fenicios, contiene antioxidantes y polifenoles naturales que protegen la dermis de los radicales libres. En la antigua civilización Egipcia era usado como parte de perfumes, ungüentos y baños; y en la antigua Grecia y Roma, se usaba en forma de bálsamo de masaje para los atletas y luchadores y como tonificante de la musculatura antes de la actividad física. Todas las antiguas civilizaciones han dejado constancia del empleo del aceite de oliva como elemento esencial para el aseo personal.
Son múltiples los estudios que recopilan los beneficios del aceite de oliva virgen extra en nuestra piel, entre ellos:
Humectante: Independientemente del tipo de piel que tengamos, debemos mantener un control sobre las diferentes partes de nuestro cuerpo para evitar que la sequedad llegue a producirnos heridas.
Rejuvenecedor: La gran variedad de antioxidantes, minerales y vitaminas que contiene el aceite de oliva virgen extra ayudan a proteger la piel de los distintos agentes externos. Además, posee múltiples propiedades que ayudan al rejuvenecimiento de la piel.
Antioxidante: El aceite de oliva virgen extra es un antioxidante natural, que restaura la función fotoprotectora de la piel. Es emoliente, suavizante y refrescante.
Cicatrizante y Reparador: Entre las múltiples beneficios que la vitamina A proporciona a la piel no debemos olvidarnos de su capacidad de cicatrización. La vitamina A que contiene el aceite de oliva favorece la cicatrización y la suavidad de la piel, regulando el metabolismo de la regeneración celular de la capa cornea.
Revitalizante: El aceite de oliva contiene Vitamina K, que alivia las irritaciones pero también reduce las ojeras. Además, ayuda a revitalizar la piel devolviendo brillo a la dermis.
El objetivo de añadir aceite de oliva a los cosméticos es claro: hidratar, nutrir y reparar la piel, protegiéndola frente a la acción de agentes externos dañinos. Dadas sus características y composición, el aceite de oliva se puede aplicar prácticamente en cualquier parte del cuerpo.
En Ecóleo, empleamos en nuestra fabricación de jabones el proceso tradicional de saponificación en frío; siendo el aceite de oliva virgen extra el componente mayoritario en todas nuestras variedades de jabones. No todos los jabones que nos encontramos hoy en día en el mercado están elaborados mediante este proceso de saponificación en frío. La mayoría están elaborados de forma industrial, saponificando a altas temperaturas, extrayendo la glicerina y destruyendo la mayor parte de las valiosas propiedades de los aceites, dando lugar a un producto muy distinto pero al que también llaman “jabón”.
Desde Ecóleo te invitamos a beneficiarte de las bondades y beneficios que brinda a tu piel un jabón artesanal, 100% natural y elaborado a partir de este maravilloso ingrediente.
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