Aceite de Jojoba: Elixir Azteca
El aceite de jojoba procede de las semillas de un arbusto (Simmondsia chinensis) originario de las regiones semidesérticas de California, Arizona y Méjico; que no solo es atractivo por el valor que puede adquirir la cera obtenida de sus semillas, sino también por la posibilidad de aportar una cooperación muy eficaz en el control del avance de las zonas desérticas. La estructura y gran longitud de sus raíces previene la erosión del suelo; y son capaces de crecer en suelos muy salinos y pobres en nutrientes y agua. Estas características han impulsado su cultivo en el desierto de Chile (Copiapó).
Durante cientos de años fue reconocida y utilizada por los Aztecas, quienes le atribuyeron propiedades mágicas, además de usarla para tratar quemaduras de la piel y mejorar el aspecto del cabello.
El aceite de jojoba es el único sustituto conocido y reemplazo ecológico del aceite de cachalote (physeter macrocephalus), que casi lo llevó a la extinción. La producción de aceite de una sola hectárea de jojoba equivale a la cantidad de este que se puede extraer de 30 cachalotes. La cosecha de jojoba no mata la planta y puede crecer donde casi nada más puede crecer, permitiendo a las poblaciones de zonas desérticas tener un cultivo perenne ecológico.
El aceite de jojoba posee varias ventajas sobre el aceite de cachalote y es ampliamente utilizado en cosméticos y productos para el cuidado del cabello. Los humanos tenemos glándulas microscópicas en nuestra piel que secretan sebo. Se cree que el aceite de jojoba juega un papel similar. A medida que envejecemos, las glándulas producen menos sebo, lo que resulta en piel y cabello secos.
En su compleja composición hay un 96% de ceramidas; muy similares a las de nuestra piel y que actúan allí donde se necesita, ejerciendo una profunda hidratación y reestructurando el equilibrio graso de la piel. En ella también encontramos vitamina E, la cual elimina los radicales libres de la piel que son los responsables del envejecimiento prematuro. Otro de sus componentes es el ácido linoleico, que actúa regenerando las células de la piel.
Beneficios del Aceite de Jojoba para tu piel y tu cabello
Cerca del 90% del aceite de jojoba es destinada a la industria cosmética, especialmente para productos para el cuidado de la piel y del cabello.
El aceite de jojoba tiene la capacidad de disolver el sebum, una especie de cera que se deposita en los folículos pilosos y que es causante de la caspa y la seborrea del cabello; siendo importante para la regulación de la secreción sebácea excesiva de la piel y del cabello, estimulando así el crecimiento del cabello.
Hidratante: aumentando la elasticidad de la piel y previene flacidez y estrías, tan comunes durante el embarazo. Además, sus propiedades hidratantes también lo convierten en un buen aliado de los cabellos más secos.
Antiacné: por sus propiedades antisépticas, antiinflamatorias y antimicrobianas de manera moderada, este aceite puede utilizarse a fin de regular la generación de grasa y disminuir el acné.
Antiarrugas: ayuda a la formación de colágeno y elastina, componentes fundamentales para mantener la juventud y firmeza de la piel. Además, por sus propiedades antioxidantes previene la aparición de arrugas y neutraliza los radicales libres, principales desencadenantes del envejecimiento prematuro de la piel.
Este tipo de aceite está especialmente recomendado para el pelo dañado, seco o sin brillo, ya que le proporciona un extra de hidratación de manera natural.
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