Caléndula, la que sigue al Sol
La caléndula es una planta de origen mediterráneo y sus virtudes medicinales son conocidas desde la antigüedad; en especial por los árabes e hindúes, siendo posteriormente cultivada por los griegos. Los romanos la conocían con el nombre de “Solsequium”, «la que sigue al sol” .
Una antigua leyenda india aseguraba que si una joven pura toca los pétalos de la caléndula con los pies desnudos entenderá y disfrutará del idioma de los pájaros.
En el continente americano, el empleo de esta planta se remonta a las antiguas civilizaciones Azteca y Maya. Actualmente forma parte de las procesiones del Día de los Muertos en México. La flor de Cempazuchitl o Zenpasuchitl es conocida tradicionalmente como la flor de muerto. Se dice, que es el color naranja de esta flor la que guía a los muertos de regreso a la tierra de los vivos; o que la flor misma tiene dentro de sí el calor del sol que, junto a su peculiar aroma, hace que los muertos regresen a sus hogares sin perderse.
Es conocida como maravilla del crisol y flor de todos los meses. Este calificativo, “flor de todos los meses”, hace referencia a su largo periodo de floración y al uso que de ella se hace desde la edad media. Otros nombres hacen referencia a la vistosidad de sus flores, como maravilla, botón de oro o corona de rey.
Además de por sus propiedades cicatrizantes y antiinflamatorias, la caléndula destaca por su poder regenerador y regulador de las pieles más sensibles. Durante siglos, la flor se ha utilizado como remedio para curar molestias cutáneas. Sus propiedades varían de acuerdo con la parte que de ella se utilice. De las flores, por ejemplo, se obtiene un efecto antinflamatorio; mientras que de sus hojas y tallos los beneficios son principalmente analgésicos y cicatrizantes.
La Agencia Europea del Medicamento recoge su uso en infusión para utilizar en forma de preparados semisólidos (cremas o pomadas) para el tratamiento de las irritaciones e inflamaciones leves de la piel y como ayuda para la curación de pequeñas heridas .
Dentro del ámbito de la cosmética, su empleo es beneficioso para:
- Pieles sensibles o atópicas: la caléndula hidrata, calma, suaviza y protege respetando la piel. Además ayuda en caso de enrojecimiento, picazón o incluso en eczemas y acné gracias a sus propiedades antibacterianas y antiinflamatorias.
- Higiene íntima: El jabón de caléndula es ideal para utilizarlo en nuestra higiene íntima, ya que limpia suavemente preservando el delicado equilibrio de la flora vaginal y respetando su mucosa natural; protegiéndonos de posibles irritaciones e infecciones.
- Higiene infantil: Las propiedades calmantes y cicatrizantes de la caléndula ayudan en caso de enrojecimiento e irritación. También hidrata y suaviza, por lo que lo tiene todo para el cuidado completo de la piel de los mas pequeños.
- Pieles dañadas: La caléndula, además de antiséptica, cicatrizante y calmante; estimula la re-epitelización, ayudando a recuperar la piel dañada de manera natural. Su empleo está indicado para zonas especialmente agredidas como manos y pies agrietados o quemaduras.
- Cuidado capilar: Es fácil asociar la caléndula únicamente con el cabello infantil, pero es beneficiosa para muchos tipos de cabello. Hidrata tanto el cuero cabelludo como el pelo, ayuda a recuperar las fibras capilares dañadas, favorece el crecimiento y aclara; siendo perfecta para cabello rubio o claro, ya sea natural o teñido, nutriéndolo y aportándole brillo.
Puedes disfrutar de los beneficios que aporta esta maravilla de flor en algunos de nuestros productos. Anímate a probarlos!